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2020 será un año que no vamos a olvidar. COVID-19 nos recordó a todos, de la manera más drástica, que la vida, como la conocimos hasta ahora, puede cambiar en cuestión de semanas.
Esta pandemia saco a la luz muchas realidades, la principal es que nadie estaba preparado para un cambio tan drástico, ni los gobiernos, los negocios, ni cada uno de nosotros. Felizmente, la tecnología ha hecho que esta pandemia sea más llevadera, conectando equipos de trabajo, familias y amigos virtualmente. Para muchas empresas la tecnología se ha convertido en el salvavidas que les ha permitido seguir operando aun cuando sea parcialmente. ¿Se imaginan que diferente hubiera sido nuestra realidad si esta pandemia ocurría hace 30 años sin internet, sin archivos en la nube, sin video conferencias o teniendo que esperar varios meses por la respuesta a una carta?
Ahora estamos frente a un gran dilema: re-definir “business as usual”, no solo durante esta pandemia, sino para el futuro. Este cambio obligado nos tiene que ensenar a expandir nuestra imaginación y buscar maneras diferentes de hacer negocios. Por ejemplo, la valoración inmobiliaria ha sido un servicio tradicional donde los procesos no han sufrido mayores cambios en los últimos 20 años. Un avalúo requiere de una inspección visual del bien a avaluarse. Con las condiciones existentes de aislamiento, este requisito es imposible de cumplir. Como solución se puede pensar en la realización de una inspección y reporte de avalúo provisional “virtual”, a través de una video conferencia. Este reporte ayuda a que las entidades financieras puedan continuar con procesos crediticios que generalmente toman uno o dos meses, con la condición de realizar una inspección visual con la entrega de un reporte final antes de la aprobación final del crédito.